30 años dan para mucho y la rueda social como dicen muchos fotógrafos, sigue su curso.
Bodas que luego traen a sus bebés, estos crecen y siguen viniendo al estudio, niñas a las que les realizo las fotos de su comunión y que luego vienen a hacerse un book, se casan, tienen un bebé y vuelta a empezar…
Somos testigos del paso del tiempo y me encanta por ejemplo, que una nena de 9 años como Ailem, venga luego con 21 convertida en toda una mujer a hacerse unas fotos. Muchas veces entro en shock por el cambio que supone verlas años después y porque me hacen viejo, pero por otro lado, me alegra de que 12 años después tengan una buena imagen de mi y del trabajo que les realicé en su día y vuelvan a LAGARES FOTOGRAFÍA. Espero terminar la trilogía en 2032…
